sábado, 18 de diciembre de 2010

La fórmula mágica

Diseño a secas...
Al momento de estudiar Diseño (gráfico en mi caso) uno palidece al toparse con demasiadas notas, frases y hasta capítulos enteros dedicados a definirlo para su posterior estudio, pero hay un punto en que una gran mayoría coincide: su tarea es proyectar, o sea, establecer un "plan" en base a requerimientos y con un/os objetivo/s particular/es.
Tomando la esencia de la tarea de Diseño en su sentido mas puro como el que acabamos de sintetizar nos encontramos en un punto de partida distinto del clásico "dibuja bien, no...?", o el, "tiene una habilidad fantástica este chico...!".
Un diseñador es un individuo que toma pautas establecidas por alguien y las plasma sorteando factores contraproducentes y asimilando los correctos. Es un proceso mental propio de cualquiera que quiera desarrollar un proyecto de cualquier índole dandole la orientación mas adecuada a los fines.
Por tomar algúnos ejemplos:
Un diseñador gráfico tendrá conocimientos de comunicación, dibujo y programas de edición gráfica (por citar algo); un economista sobre estadística, macroeconomía, legales, etc.; un arquitecto conocerá materiales, estructuras, manejo de suelos y demás... pero la base de la tarea proyectual se presenta invariable

Veámoslo desde otro punto

El método...
... muchos y de todos los colores. Ninguno 100% acertivo y ninguno completamente errado. Lo cierto es que según el caso debemos adaptarlo a las necesidades. Lo que se cumple casi siempre es:

1. Se plantea una necesidad
2. Recopilamos información existente (quizá ya exista una solución)
3. Analizamos y ponderamos la información en base a la necesidad
4. Obtenemos un "plan"
5. Concretamos la/las hipótesis que se correspondan con el "plan"
6. Evaluamos las hipótesis en base a factores externos no considerados como costo, factibilidad, etc.
7. Toma de decisión

Este método simplificado que nace del proceso de diseño puede aplicarse desde una receta de cocina, el desarrollo de un auto de carreras o hasta para ordenar tu cuarto. Algo que abarca y optimiza cualquier actividad humana no puede ser menos que una potente herramienta de trabajo.
En realidad todo el mundo lo hace de manera intuitiva y/o inconciente, lo que nos da cuenta de que hacerlo sistemáticamente podrá facilitarnos soluciones que se adecuen mas a las necesidades y, como suele suceder, nos brinda respuestas innovadoras y viables.

En este punto encontramos un paralelo que vale la pena mencionar

... la Técnica...
... del griego "tékne" definido por Aristóteles o Platón, aqueos ellos, fue un término empleado para definir al conjunto de técnicas, artes, habilidad, etc. adecuadas para responder a problemas planteados con anterioridad. La palabra no tiene equivalente en nuestras lenguas modernas y se confunde con "tecnología" que el imaginario común asocia mas con televisor de plasma que con una carretilla.
Dado a que no tenemos una formulación clara, cuando nos referimos a tecnología, deberíamos referirnos a la definición original donde un objeto es tecnológico si (y solo si) responde adecuadamente con la necesidad primaria
Con esto quiero decir que planteado un problema, por ejemplo arar un campo, nos damos cuenta de que un supertractor con aire acondicionado y GPS es un absurdo si el terreno era chico. Quizá el resultado adecuado era un arado tracción a sangre... incluso de alquiler!.
Ahora razonando: porqué no tomar lo que alguien había formalizado (hace miles de años) algo que no es mas que lo que todos hacemos instintivamente en mayor o menor medida, en la vida cotidiana, en el trabajo, y aplicarlo de manera sistémica?

Lo importante es que nos demos cuenta que servirnos de estos procesos mentales mejorarán la calidad de nuestro trabajo y nuestra cotidianeidad pudiendo obtener resultados novedosos o aceptables a problemas que aparentaban no tener solución.
Esto amplía el campo de acción de cualquier profesional y permite tener un control mas exacto de los resultados que obtengamos incluso en la vida hogareña. No resuelve todo, por lo que es necesario tener conocimientos, destrezas y oficio propios que puedan llevar todo al destino correcto, pero ordena y evita que se pasen por alto muchos detalles que puedan hacer la diferencia entre un buen trabajo y uno brillante.

En sí el texto se orientaba solo a Diseñadores Gráficos pero la esencia del proceso mental abarca realmente cualquier actividad humana.

Es un tema de voluntad. Solo es cuestión de tener ganas de practicarlo.

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